He nacido con la tara
de temblar como las hienas
y tiemblo sin tiempo apenas
de mirarme cara a cara.
Me tiemblo como si odiara
la tristeza de mi sombra
y tiemblo si algo me nombra
con la voz de Dios y el hombre.
Ni el apellido ni el nombre
nada en mi temblor me asombra.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...