Desde mi orden y mi desorden

Desde el orden de todo – no sé – me desordeno, me busco y me deshago a diario. Desde todo este orden hecho de abecedario, me lleno y me vacío, me vacío y me lleno. Qué poco soy a diario y qué pocas mis ganas de ser bueno. Por eso me condeno, y sigo, ySigue leyendo «Desde mi orden y mi desorden»